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Hace solo unos meses, el actor Tom Holland no dudó en hablar con detalle de las dificultades que tenía que afrontar diariamente durante el rodaje de "Spider-Man: Homecoming’ ya que tenía el semejante reto de lidiar con las incomodidades de llevar un tanga.
Ahora parece una mera formalidad en comparación con otra de las complicaciones que tuvo que soportar el joven británico para dar vida al carismático superhéroe de Marvel en lo que al vestuario se refiere.
"Lo primero que tienes que saber es que lo único que llevaba debajo del disfraz era un tanga. Me los trajeron en mi primer día como si nada: "Aquí tienes tus tangas". Tenía serias dudas: "¿Volverá mi cola a ser la misma?". Pero tenía que llevar uno a pesar de que no quería, para nada. Me tenía que desnudar del todo y ponerme una bata. Lo cierto es que hay algunos que son cómodos, pero no podía pasearme ataviado únicamente con un tanga, ¿te imaginas? Y también está el hecho de tener que correr hasta el baño, volver al set, volver a ponerme el traje... Es todo un desafío", reconoce en una entrevista al último número de la revista ShortList.
Del mismo modo que su personaje en la ficción se enfrenta constantemente a poderosos enemigos para mantener la paz y la seguridad en Nueva York, el guapo intérprete también tiene que luchar en su vida diaria, especialmente desde que se convirtiera en una prometedora estrella de Hollywood, contra los excesivos elogios que recibe por su trabajo, una batalla que él atribuye a su necesidad de conservar la humildad que le inculcaron sus padres, Nicola y Dominic, durante su infancia en el barrio londinense de Kingston upon Thames.
"Cuando viajo por el mundo como el actor Tom Holland, la gente me regala los oídos las 24 horas del día. Considero que he trabajado muy duro, pero no soy la persona tan increíblemente portentosa que dicen que soy. Lo peor de ser famoso es empezar a creértelo. La gente no hace otra cosa que decirte que eres maravilloso y fantástico, por lo que es fácil acabar creyendo que eres realmente increíble. Yo solo soy un chico de Kingston", confiesa en la misma conversación.
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De hecho, el también actor de "Lo imposible", a quien todavía le ata un contrato de varias películas con Marvel, está convencido que no podrá exprimir todo su potencial hasta que no consiga hacerse con papeles radicalmente diferentes al de Spiderman. Por ello, Tom no ha tenido reparo en mandarle un mensaje a todos aquellos directores que estén buscando a un chico joven y energético con ganas de protagonizar un filme de acción.
"Quiero salir de mi zona de confort e interpretar a un asesino en serie o un traficante de drogas. Quiero disparar una pistola. ¿Has visto como lo hace Keanu Reeves? ¡Lo hace tan bien! Es cierto que utilicé una pistola en "La ciudad perdida de Z", pero solo disparé a un conejo. Uno de mentira, obviamente", afirma divertido.
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