Sin duda alguna, Carlos Vargas es uno de los presentadores más queridos por los colombianos, su carisma y particular personalidad se han robado la atención de los televidentes, quienes son fanáticos de verlo en La Red.
En más de una ocasión, sus reportajes en la producción del fin de semana muestran un lado diferente de los artistas o dejan ver mucho más de lo que los internautas están acostumbrados a conocer de los artistas colombianos.
Mira más: Caballeros de la Cantina: Un recorrido por la casa de uno de sus cantantes
Un ejemplo de ello fue cuando visitó la casa de uno de los integrantes de la agrupación Los Caballeros de la Cantina, Elkin Correa. Allí montó en cuatrimoto y dio una vuelta por la impresionante casa que incluso tenía jacuzzi.
El lugar estaba decorado de forma minimalista y "sencilla", pero el presentador quedó impactado con todo lo que vio, ya que se imaginaba algo muy diferente. El espacio también contaba con un área para los caballos y las pasiones del intérprete y su esposa.
Publicidad
Vargas recorrió también las habitaciones de las hijas del cantante y el cuarto principal, que lo dejó sin aliento debido a la vista, el baño, la impresionante ducha y hasta el inodoro de último modelo, que probó entre risas.
Te puede interesar: Carlos Vargas y Yelsid se "bañaron" en el jacuzzi: Esta es la lujosa casa del artista
En la pesebrera, la situación cambió. El presentador vio a varios de los caballos y hasta pidió almuerzo, pero los cantantes lo pusieron a prueba. Antes de ello, le dijeron que le tenían una sorpresa con la que lo harían sufrir.
Publicidad
Broma a Carlos Vargas de Los Caballeros de la Cantina
Los cantantes le dijeron que no podría comer hasta que se le midiera a un reto: montar un caballo, idea que inmediatamente lo hizo negarse. “Dios mío, si la gente supiera cómo sufro con el temor”, explicó, pero aceptó por “hacer reír a la gente”.
Para subirse al caballo necesitó ayuda y primero avanzó lentamente, pero con risa nerviosa e insistió en que no se sentía tranquilo. Posteriormente, lo pusieron a correr, y fue en ese momento cuando se descontroló. Dijo algunas groserías e incluso preguntó si “se le ven los gordos brincando”. “¿Ya me puedo bajar? Yo le tengo temor”, finalizó diciendo, y se bajó del caballo tras enfrentar uno de sus mayores miedos.
Mira el video completo:
Publicidad
Publicidad