Con una edad bastante avanzada, sigue reducido a la silla de ruedas y se nota más impedido. Sus lagunas mentales y su falta de coordinación son cada vez más notables y frecuentes, sin embargo, sus fallas lo convierten en un personaje especial que navega en un mundo de fantasía de monstruos, de duendes y alucinaciones que a veces resultan proféticas para terror o admiración de propios y extraños. La manera peculiar de expresar sus pensamientos refleja cierta poesía y una sabiduría que pasma. En ocasiones su memoria es prodigiosa, pues recuerda hechos lejanos con lujo de detalles. Además, conoce perfectamente a todos sus bisnietos a quienes adora, al igual que ellos lo adoran a él. Su carácter sigue igual o más irreverente, resultando divertido y más imprudente que nunca.
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