Se estila que, por cada campanazo en Año Nuevo, se debe comer una uva hasta completar 12, una detrás de la otra, y con ellas, pedir deseos para atraer la buena suerte y darle un empujón extra al año que apenas inicia.
Los actores de Pedro, el escamoso no son ajenos a esta tradición. Aunque algunos la practican con devoción, otros prefieren acomodarla a su gusto.
A una parte del elenco no le puede faltar las 12 uvas en Año Nuevo, ya sea hasta “atragantarse” o sumergidas en una copa de champaña . Los demás confiesan que pasan por alto la actividad, para dedicarse al "cardio", mejor dicho, a bailar hasta el amanecer o hasta que el Año Nuevo los sorprenda.
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