La educación es determinante para el progreso de las sociedades, y en tiempos de pandemia, se ha convertido en uno de los sectores más confrontados, teniendo que migrar muy rápidamente de la presencialidad a la virtualidad.
¿Qué tienen en común una maestra de jardín, un docente de natación y dos profesores rurales? Esta es su historia y a través de sus experiencias nos cuentan cuáles han sido los principales desafíos, aprendizajes y logros en medio de la nueva realidad.
Niños y niñas de todas las edades, así como sus familias y maestros, se ha visto impactados por muchos cambios a la vez, a pesar de esto, los procesos formativos se han adaptado con diferentes metodologías para continuar favoreciendo a las comunidades.
Consciente de la importancia de la educación como una herramienta de transformación social, Compensar fortalece permanentemente su oferta en materia educativa que incluye, educación universitaria, cursos deportivos y de capacitación en artes y oficios, para todas las edades, así como formación empresarial, entre otros.
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Igualmente Compensar contribuye a la formación pedagógica y vocacional a través del programa Jornada Especial Complementaria, en convenio con el Distrito, gracias al cual ha llegado territorios rurales históricamente golpeados por la violencia como Caparrapí, Yacopí y La Palma.
Sin importar si son del campo o de la ciudad, si dictan clases a través de una pantalla o al lado de una piscina, si están dentro o fuera del aula, Deisy, Milton, Jeannette y Cristian, tienen algo en común: en la medida que enseñan, construyen futuro y aprenden lecciones que solo los niños pueden enseñar.
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Este es un homenaje a los maestros, quienes conocen mejor que nadie el significado de la vocación y todos los días nos dan muestras de ingenio, compromiso y recursividad, transformando los obstáculos en oportunidades para, sin importar las circunstancias, seguir impulsando a otros a alcanzar los sueños.