La llegada de un bebé para la mayoría de las familias es sinónimo de alegría y celebración, y más cuando se está buscando el segundo hijo: anhelo de Eliana Gutiérrez y su esposo. Sin embargo, todo se tornó en preocupación debido a que su pequeña Luciana nació prematura y con bastantes complicaciones que la mantuvieron por seis semanas en cuidados intensivos.
En el momento en el que Eliana iba a una ecografía para saber si era niña o niño, resultó ser una situación muy oscura para ellos, pues Luciana nació prematuramente con 28 semanas. Duró mes y medio hospitalizada, proceso muy duro para sus padres al verla tan pequeña, inocente y conectada a tantos cables.
A los 6 meses de edad, Luciana fue diagnosticada con "retinopatía de la prematuridad", situación que la sometió a varias cirugías, entre ellas, trasplante de córneas: desafortunadamente, sin buenos resultados.
Para marzo del año 2019 les anunciaron que realmente no habían servido las intervenciones quirúrgicas, que las córneas se habían opacado nuevamente y Luciana había quedado con ceguera total.
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A sus 4 años, Luciana ve por los ojos de su mamá, quien la ha cuidado desde que nació y le ha dado todas las herramientas para que sea una niña autónoma y segura, que puede interactuar con tranquilidad en diferentes espacios guiada por el tacto, el oído y el olfato.
"Hay gente que ni se da cuenta de la discapacidad que tiene Lucy, por lo mismo, porque ella es tan independiente, amorosa, única. Si tú le preguntas en estos momentos a Luciana, ella ya distingue a cada uno de sus amiguitos, a cada uno por su olor."
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Aunque Eliana ha sido dedicada en su enseñanza, era necesario que Luciana se vinculara formalmente a un sistema educativo para seguir aprendiendo y descubriendo el mundo, pero en esa búsqueda también encontraron inicialmente tropiezos y solo al final del camino, vieron una luz de esperanza.
"Desgraciadamente, golpeé casi en 6 jardines y ninguno me la quiso recibir por la discapacidad de ella. Que porque no había la inclusión, que eso era de mucho cuidado. Cosas de Dios que se parecen ángeles, una vez una mamita me dijo: “por qué no vas al CDI de Compensar de hogares Soacha".
'Lucy' llamada cariñosamente, es una de las menores que atiende Compensar en su Centro de Desarrollo Infantil de Soacha al que asisten cerca de 400 niños y niñas del sector, en los niveles de Maternal, Caminadores, Párvulos, Prejardín y Jardín.
"El tema de la inclusión de los jardines sociales de Compensar funciona en no tener ningún tipo de obstáculo para que los niños, sea cual sea su condición o discapacidad, accedan a nuestro servicio, teniendo temáticas, proyecciones de experiencias pedagógicas incluyentes que contemplen sus necesidades e intereses, también el de sus compañeros y entornos": comentó Estefanía Marín Uribe, rectora del Centro de Desarrollo Infantil Compensar Soacha.
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Con luz propia y gracias a ese brillo especial que la cubre, Luciana seguirá creciendo en estatura y conocimiento, iluminando su entorno con una alegría que supera cualquier límite.
"Las maestras, la rectora, los del comedor, todos han aportado para el crecimiento de Luciana y yo soy muy agradecida. La verdad soy privilegiada con Luciana de que nos hayan abierto las puertas en el CDI".
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