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Johanna Sánchez tuvo que abandonar temporalmente su bar de salsa en Bogotá, pues debido al confinamiento este sector fue uno de los más perjudicados y de los últimos en que podrían volver a funcionar. Por esta razón y junto a tu familia, esta mujer ahora se encarga de crear detalles perfectos y decoraciones para diferentes ocasiones especiales, además de preparar algunas comidas rápidas que han encantado a sus fieles clientes. Bajo el mismo nombre de su bar y las mismas redes sociales, Johanna Sánchez ha generado sonrisas en las personas que reciben las sorpresas que le encomiendan padres, amigos, novios, hijos y demás para sus seres queridos. Este es su Plan B, de tener un bar de salsa e innovar a su clientela, ahora trabaja en detalles y eventos especiales. Plan B es un espacio para destacar a todos esos emprendedores que no se detienen ante la crisis sanitaria y que reinventaron sus oficios para salir adelante. Conoce más emprendedores aquí. Mira también: El estilista Marco Gómez encontró en los insumos de bioseguridad su Plan B Andreína Cedeño, una odontóloga que halló en la repostería su Plan B Andrés Zambrano y Daniel Gallo, de pilotos comerciales a realizar envíos
Plan B es un espacio para destacar a todos esos emprendedores que no se detienen ante la crisis sanitaria y que reinventaron sus oficios para salir adelante. Conoce más emprendedores aquí.
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Leila Victoria Gómez ha encontrado en el deporte y la resiliencia una herramienta poderosa para transformar su vida. Tras perder su hogar en Bogotá por problemas hipotecarios, vio en el megaproyecto de vivienda Hogares Soacha, de Compensar, una oportunidad para comenzar de nuevo."Para mí fue un renacimiento, encontrar algo nuevo, novedoso y muy lindo. Hoy me siento feliz de estar en Soacha", comparte Leila sobre este nuevo capítulo. Aunque los primeros días fueron desafiantes, pronto halló en el deporte un espacio de integración y crecimiento personal.Desde niña, el deporte ha sido su refugio. La ciclovía y el patinaje marcaron sus inicios en la actividad física y, a sus 60 años, sigue inspirando a quienes la rodean. "Para mí, la edad es solo un número. No me define lo que dice mi cédula, y eso hace que la gente se sorprenda y diga: ‘Si ella lo hace, ¿por qué yo no?’", expresa con convicción.Uno de los pasos clave en su adaptación fue unirse al Programa de Desarrollo Social Comunitario de Compensar. Allí, en los entrenamientos del conjunto residencial, conoció a su profesora Paola Cano, quien la impulsó a seguir adelante. Además de mantenerse activa, encontró en la comunidad un espacio donde compartir su pasión por el bienestar.Su liderazgo en el ámbito deportivo ha sido ampliamente reconocido a lo largo de los años. Gracias al programa, ha adquirido herramientas clave, incluido un diplomado en actividad física, que le ha permitido liderar clases y fomentar el bienestar en su comunidad. Uno de sus mayores logros ha sido la creación de los "rumberos", un grupo de adultos mayores que encuentran en la música y el movimiento una forma de mantenerse activos y disfrutar la vida."Leila es una líder deportiva, lleva un largo camino con nosotros y ha replicado todo lo aprendido en su comunidad", destaca Luisa Fernanda Ruiz, del Programa de Desarrollo Social Comunitario de Compensar. Su compromiso no solo transformó su vida, sino que también ha motivado a otros a convertirse en agentes de cambio.Más allá del ejercicio, lo que realmente la llena de orgullo es servir a los demás, compartiendo su amor por la salud física y mental. "Bienestar es lo que siento ahora: tranquilidad, paz y armonía entre cuerpo y mente. Lo encuentro cuando me capacito, ayudo y sirvo a los demás", afirma con humildad.Con la mirada puesta en el futuro, tiene una meta clara: mantenerse independiente y en plenitud con el paso del tiempo. "He visto videos de personas de 80, 90 o incluso 100 años que siguen siendo autónomas, y esa es mi inspiración. Esa es mi meta", concluye con la misma determinación que la ha acompañado siempre.Leila es la prueba de que la edad no es un límite, sino una oportunidad para seguir aprendiendo, creciendo y demostrando que el bienestar es posible en cualquier etapa de la vida.
Luis Alberto es un claro ejemplo de que, sin importar el obstáculo, la vida continúa, y la forma en que decidimos afrontarla puede marcar la diferencia. Aunque hace 12 años un diagnóstico le dio a su vida un giro inesperado, su camino no se detuvo. "La vida tiene que seguir, llámese párkinson o llámese la enfermedad que sea", afirma con determinación.Una de las decisiones más significativas para él fue incorporar la actividad física a su vida diaria. Desde la apertura del Centro de Bienestar Integral Carrera 60 de Compensar, se convirtió en uno de los primeros miembros. "Soy de los que inauguraron el centro hace un año, y ha sido la mejor solución que he podido encontrar", expresa con entusiasmo.En este espacio, descubrió el ejercicio físico como una herramienta clave, además de otras actividades para entrenar su mente y mejorar su motricidad, como la sala de estimulación sensorial y las actividades ocupacionales. La cocina y la música, especialmente el teclado y la guitarra, han sido fundamentales para mejorar su bienestar cognitivo y emocional.Esta experiencia lo llevo a agregar a su filosofía de vida una efe adicional a las que ya tenía claras. "Yo me fijé la meta de las 3 efes: la primera f de fe porque siempre tenemos a un ser superior que nos guía, la segunda de fortaleza física, la tercera de fortaleza mental. Y aquí en el CBI me enseñaron la cuarta, que es la que más estoy aplicando, la f de felicidad”, explica con certeza."Lucho", como cariñosamente le dicen, es uno de los más de 4.500 usuarios que han participado en los programas especializados para la persona mayor. Gracias a estas iniciativas, ha logrado mantenerse autónomo y, al mismo tiempo, aprender a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida."Mi nieta dijo que quería ser pensionada como yo, porque disfruto la vida haciendo lo que me gusta", comenta, insistiendo en que la felicidad es uno de los pilares de su vida.Este esposo, padre y abuelo, es un claro ejemplo de que la voluntad y el amor por la vida pueden superar cualquier adversidad. Su historia es un recordatorio de que, independientemente del diagnóstico, siempre hay espacio para la esperanza, el disfrute y el crecimiento personal. "La vida sigue. Tienes que trabajar para vivir y disfrutar cada momento", concluye, reflejando la filosofía que ha hecho de él un hombre lleno de vitalidad y alegría.
Iliana y su familia llegaron a Colombia después de haber vivido varios años en Ecuador. Junto a su esposo, Henderson Cuevas, trabajaron en un emprendimiento de churros y micheladas, pero la distancia con sus familias en Venezuela se hizo insostenible. Decidieron regresar a su país natal y luego viajar a Colombia, donde comenzaron de cero.En Bogotá, enfrentaron las dificultades de ser extranjeros: duraron días durmiendo en el terminal de la ciudad, luchando con la incertidumbre y el cansancio. Iliana recuerda cómo su hijo, agotado, le decía: "Mami, estoy cansado, me duele la espalda, me duele la cabeza, ya no quiero dormir más en la calle". Esas palabras la destrozaban, pero, a pesar del dolor se mantenía firme, sabiendo que debía seguir adelante por su familia.La ayuda llegó cuando encontraron refugio en la Fundación de Atención al Migrante (FAMIG). Allí, recibieron apoyo emocional, psicosocial y un lugar seguro para empezar de nuevo. "Ahí en la terminal nos indicaron sobre la fundación de ellos, y fuimos hasta allá. Nos acogieron, y pues, por ahora estamos ahí", dice Iliana con entusiasmo, agradecida por la oportunidad. Para su esposo, Henderson, este apoyo ha sido fundamental: "Nos ha abierto las puertas sinceramente, no solo a mí, sino a todos los compañeros de la fundación", afirma.Además, Iliana y su familia fueron integrados a una iniciativa que busca fomentar la inclusión y el bienestar integral de la población migrante en Bogotá a través del deporte y el apoyo psicosocial. Más de 120 migrantes han participado de este programa, liderado por Compensar, en alianza con la Asociación Internacional del Deporte y la Cultura (ISCA) y el apoyo de FAMIG.Uno de los principales objetivos de la iniciativa es brindar a la población migrante un espacio seguro donde puedan conectarse con otros, reducir el estrés y fortalecer valores esenciales como la resiliencia, el trabajo colaborativo y la disciplina, fundamentales para su proceso de adaptación.El sueño de Henderson es tener estabilidad para su familia, especialmente para sus hijos. "Quiero que todos estemos bien, que tengamos un futuro estable", asegura. Mientras tanto, Iliana también anhela un futuro mejor, lleno de experiencias y seguridad.Iliana y Henderson reflejan la determinación y el coraje de los migrantes que, a pesar de los obstáculos, no pierden la esperanza de un futuro mejor. Gracias al apoyo de iniciativas como las de Compensar y FAMIG, cada paso hacia adelante se convierte en una oportunidad de renacer, de creer en un mañana lleno de posibilidades.
En La Red varios famosos relataron su historia, pero hubo tres que llamaron la atención. La primera en hablar es la actriz Margarita Reyes, quien abre su corazón y revela cómo la llegada del Covid-19 marcó un punto de quiebre en su vida. El aislamiento y la paralización del mundo afectaron profundamente su estabilidad emocional. Su relación de pareja terminó y, en medio del encierro, tuvo que enfrentar una crisis interna alimentada por el miedo y la incertidumbre.Reyes confiesa que, durante esos meses, perdió el control de su vida cotidiana. Su rutina se redujo a entrenamientos extenuantes, consumo constante de alcohol y momentos de llanto inconsolable. Según contó, solía levantarse para ejercitarse por más de cuatro horas, en un intento desesperado por silenciar la ansiedad que la consumía desde adentro.Por otro lado, está el actor David Prada, quien comparte una etapa crucial de su vida marcada por el escepticismo espiritual. Durante más de veinte años, rechazó cualquier creencia religiosa. En su afán de encontrar respuestas existenciales, incursionó en distintas corrientes filosóficas y espirituales, desde el budismo.Su búsqueda lo llevó a estudiar en el extranjero, donde por primera vez tuvo contacto con el alcohol y las drogas; fue ahí donde adoptó una actitud desafiante y rebelde. Por ello cuando se dio cuenta de su error, le pidió perdón a Dios por todo lo que había hecho. Actualmente, va a misa y sigue sanando todas las heridas que tiene.En otra historia, la joven Viviana Santos relató que a los 13 años llegó a pesar apenas 38 kilos con 1.64 centímetros. Aclaró que no fue motivada por estándares estéticos, sino por un miedo irracional a la comida, desarrollado a raíz del acoso escolar que sufrió. Hoy, asegura que ha logrado dejar atrás esa etapa oscura de su adolescencia.No te pierdas ningún contenido de La Red los sábados y domingos en las tardes de Caracol Televisión o a través de la Señal En Vivo.
El actor que interpreta a Brayan en Nuevo Rico, Nuevo Pobre, confiesa que desde muy pequeño estuvo en la pantalla chica. Una vez, exactamente cuando tenía 6 años, su padre lo llevó a un set y allí, mientras lo alistaban con los cables, no avisó que deseaba ir al baño y ocurrieron los hechos. Variel dice, que si hubiese avisado que tenía esa emergencia lo hubiera podido evitar. Después de varios años solo queda como una experiencia que cuenta con mucha risa. No te pierdas ningún contenido de The Suso's Show los domingos en las tardes de Caracol Televisión o a través de la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos de esta producción aquí.Grandes invitados revelan sus secretos mejor guardados en una divertida charla con Suso, el paspi.
Variel Sánchez revela que al estar en Nuevo Rico, Nuevo Pobre ha sido un reto bastante grande; dado que, él nunca se vio la primera producción para hacer un Brayan único. Asimismo, indica que para este protagónico trabajó 15 horas diarias de lunes a sábado. Por otra parte, relata que su esposa Estefanía Godoy vio el primer capítulo con él, cuando se tuvo escenas de cama con Lina Tejeiro, quien interpreta a Rosmery. No te pierdas ningún contenido de The Suso's Show los domingos en las tardes de Caracol Televisión o a través de la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos de esta producción aquí.Grandes invitados revelan sus secretos mejor guardados en una divertida charla con Suso, el paspi.
En el programa, Suso el Paspi muestra una foto de Sebastián Vega junto con Variel Sánchez y le pide que le escriba que lo necesita con urgencia. Aunque al comienzo tiene fallas de internet, el actor bumangués logra comunicarse y le dice a su amigo que lo asustó demasiado por los mensajes recibidos. Después de esto, pasaron un buen rato y el que interpretó a Brayan en Nuevo Rico, Nuevo Pobre, le dice lo mucho que lo quiere. No te pierdas ningún contenido de The Suso's Show los domingos en las tardes de Caracol Televisión o a través de la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos de esta producción aquí.Grandes invitados revelan sus secretos mejor guardados en una divertida charla con Suso, el paspi.
En el primer episodio de Sueña con Suso, el pequeño Julián es el seleccionado a vivir una experiencia única en Santa Marta. Su mamá lo lleva al aeropuerto y lo sumerge en esa aventura. Cuando llega a la ciudad, con el humorista tienen una tarde en la lancha y él revela detalles de su vida; para después conocer animales acuáticos y cumplir el sueño de ver delfines. No te pierdas ningún contenido de The Suso's Show los domingos en las tardes de Caracol Televisión o a través de la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos de esta producción aquí.Grandes invitados revelan sus secretos mejor guardados en una divertida charla con Suso, el paspi.