La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa, popularmente conocido como azúcar en la sangre, es demasiado alto. La glucosa proviene de la alimentación y es la principal fuente de energía.
La insulina, una hormona que produce el páncreas, es la encargada de procesar la glucosa proveniente de los alimentos para que ingrese en las células del cuerpo y así utilizarla adecuadamente como energía.
Algunas veces, el cuerpo: No produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente. Estas tres circunstancias conducen a que la glucosa se acumule, se quede en la sangre y no llegue a las células.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar serios problemas de salud. Aunque la diabetes no tiene cura, la persona con diabetes puede tomar medidas para controlar su enfermedad y mantenerse sana.
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A veces las personas cuando tienen diabetes dicen que tienen “un poquito alto el azúcar” o que tienen “prediabetes”. Estos términos nos hacen pensar que la persona realmente no tiene diabetes o que su caso es menos grave y eso no es correcto.
No en vano, la diabetes ha sido calificada como la epidemia del siglo XXI, una enfermedad, que, según datos de la Organización Mundial de la Salud afecta a 382 millones de personas. Es una de las enfermedades que más disparará los costos en los sistemas de salud del mundo.
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El estilo de vida de las personas que tienen diabetes puede ser bastante normal siempre y cuando tengan controles médicos, y un manejo adecuado de la alimentación. El problema es que el estilo de vida y las malas tendencias alimenticias y sedentarias de la población son terreno fértil para la diabetes.
En ese sentido, la Nutricionista de la Asociación Colombiana de Diabetes Claudia Gamboa Oliveros, recomienda que “todas aquellas personas que tienen diabetes se limiten o eviten el consumo de refrescos azucarados, azúcares industrializados y pastelería en general”.
Además, señala que cada vez son más los alimentos que se comercializan sin azúcar y que son más saludables. Lamentablemente dentro de muchas falsas creencias está el pensar que los jugos de caja son menos perjudiciales que las gaseosas y eso no es cierto, y afecta la salud de las personas, sumado a tener costumbres como adicionarle azúcar a los jugos y el café o consumir carbohidratos en exceso en lugar de frutas, verduras y legumbres.
Ángela Jaramillo, educadora en diabetes de Asodiabetes, explica que realizar actividad física también es indispensable para el buen manejo de la diabetes, esta estrategia ha conseguido superar los resultados alcanzados con un plan riguroso de ejercicio físico, siempre y cuando la actividad física sea de una intensidad al menos moderada y se practique la mayoría de los días de la semana hasta alcanzar al menos 150 minutos por semana.
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Además, añade que “la diabetes no es una condición incapacitante, ni tiene que ser un obstáculo en la vida de una persona. En una persona con diabetes lo único que está fallando es la producción de insulina o la resistencia a la insulina existente en su organismo, los demás órganos funcionan perfectamente bien.
Es muy importante tener una buena educación en diabetes ya que la persona debe entender los por qué, los cómo, los para qué de la diabetes, conocerla y aprender su manejo terapéutico”.
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El consumo de bebidas azucaradas
Para nadie es un secreto que las bebidas azucaradas -gaseosas, jugos procesados, tés artificiales, bebidas energizantes-, son causantes directas de los incrementos sustanciales de obesidad en el mundo.
Los azúcares añadidos en estos productos (y en otros alimentos procesados) están relacionados directamente con la diabetes tipo 2. Incluso, estudios recientes concluyen que las personas que tienen un alto consumo de bebidas azucaradas tienen un mayor riesgo de morir prematuramente, comparados con quienes no consumen dichas bebidas.
Consejos de Asodiabetes para prevenir la obesidad y complicaciones en la diabetes
- Hacer actividad física.
- Consumir mucha fibra.
- Evitar las dietas de moda.
- Evitar los alimentos con carga de azúcar y elegir opciones más saludables.
- Consumir agua.
- Mantener un peso adecuado.
- Practicarse exámenes que midan el nivel de azúcar en la sangre.
- Consultar al médico mínimo dos veces al año.
- Recurrir a la EPS y/o Asodiabetes si ya se tiene la enfermedad para educarse de forma adecuada e integral frente a la enfermedad.