Andrés Parra se ha convertido en uno de los actores más destacados del entretenimiento nacional gracias a su participación en exitosas producciones de la talla de ‘El Cartel de los Sapos’, ‘Muñoz vale por dos’ y ‘Escobar, el patrón del mal’. El hombre le concede una entrevista a Caracol Televisión en la que aborda diferentes temas relacionados con la salud mental.
Inicialmente, Parra habla sobre aquello que le raya la cabeza, que esta vez hace referencia a sus relaciones de pareja, ya que considera que es allí donde se ha percatado de los traumas que tiene y lo que debe seguir trabajando de su personalidad para convertirse en mejor persona.
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Según expresa, todos los individuos están programadas para odiar y, por el contrario, solo los verdaderos valientes se atreven a amar no solo a las demás personas, sino también a sí mismos.
Para Parra, quererse tal cuál es, equivale a un desafío debido a que tiene que enfrentarse al autosabotaje y todas las emociones que han destacado en su vida, como lo son: el miedo, la tristeza, la angustia, la desesperación, el vacío.
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Andrés Parra descubrió en la actuación un despertar de conciencia
El intérprete revela en exclusiva que se percató de que su trabajo ayuda a mucha gente a darse una oportunidad para mejorar su bienestar mental, lo que le ha permitido agradecer la función que ha cumplido en este mundo y lo feliz que es de aportar un granito de arena a la sociedad.
“Eso me parece muy bello, que mi profesión hoy sirva para ayudarle a alguien que está en su casa solo, desesperado y que la verdad no sabe ya qué más hacer, que está pensando en tirarse por esa ventana y que, por pura casualidad, parce, llega un video mío y diga: 'era eso'", explica.
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Finalmente, señala que con el tiempo ha aprendido a decir que “no” cuando no quiere realizar alguna actividad, pues procura darles prioridad a aquellas cosas que en realidad le gustan a Andy, su “yo” interior.
La mayor lección de vida para Andrés Parra
Llegando a un punto importante de reflexión y entendiendo el verdadero sentido de las cosas, este actor confiesa cuál ha sido el "no" más valioso, pero a la vez más doloroso, que ha tenido en su vida, con el que pudo aprender muchas cosas que no había analizado desde dicha perspectiva.
El hecho fue haber derrumbado el castillo que se había hecho: "cuando usted mira hacia atrás y dice todo eso es falso, todo es mentira, hay que tumbarlo, ¿tumbarlo?, pero lo que viene después... yo de verdad no necesitaba nada para ser feliz, eso es muy lindo".
Tras esto, el actor confiesa: "yo hace mucho rato no me siento deprimido, ni desesperado. A mí lo que me tenía agobiado era el personaje, el ego hace parte de este, yo creo que es ese bichito que uno se inventó para todo eso que le estaban diciendo y este se alimenta de su sufrimiento. Necesita verlo a usted sometido".
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Esta reflexión es la que lo lleva a considerar que tanto el diablo como Dios están dentro de uno y son esa dualidad con la que se vive. Es por ello que el día que se mata al ego es cuando una persona se convierte en amor y se vuelve luz.
En este punto, Andrés Parra recalca la importancia de ese 1% y la constancia: "no esperar resultados rápidos, que ese yo creo que es el otro problema, como no nos gusta ni sufrir ni el dolor, entonces sentimos que si yo ya no estoy bien no sirve". Gracias a esto, desea a las personas mucho éxito o sufrimiento, ya que considera que las dos cosas lo llevan a uno al mismo extremo y a mirar hacia adentro.