“Yo llego a Malpelo en el año 87, el buceo, que fue lo que me llevó. Yo iba a bastante a isla Gorgona con mis compañeros instructores de buceo… yo era como una mascotica”, recuerda Sandra Bessudo con un brillo en los ojos que inspira a cualquiera. Hoy ya cuenta de más de 10 mil inmersiones en el mar.
La paradisíaca isla de Malpelo se ha convertido para ella como en un hijo que protege a capa y espada. Su labor cumple más de 30 años y con la Fundación Malpelo ha venido trabajando desde el año 1999 apoyando al Gobierno Nacional, específicamente a Parques Nacionales y algo en la Armada Nacional, entendiendo la necesidad de proteger los ecosistemas marinos, enfatiza. “Unos ecosistemas que son estratégicos para la supervivencia no solo de especies sino también del hombre y de poder estudiar, conocer, comunicar, educar sobre la importancia de los tiburones y otras especies y la importancia de tener unos océanos saludables”, resalta Bessudo.
Así como La Sirenita en la vida real, las maravillas del océano son como un cuento digno de Disney. Explica Sandra Bessudo, por ejemplo, que “hay migra de especies que se llevan por las corrientes. Así como en la película Nemo cuando la tortuga decía: ‘déjate llevar’, lo mismo sucede en los océanos, para poner una correlación. Es un mundo maravilloso que todavía no conocemos”.
¿Sabías que los tiburones se pueden cepillar los dientes?
“Ellos llegan a las estaciones de coral -explica Sandra- que son como estaciones de limpieza que está compuesta por algunas especies, peces pequeñitos, mariposa, bellísimos, peces ángel con unos colores maravillosos y ellos simplemente se acercan y hacen como un pequeño movimiento y los peces vienen a quitarles sus parásitos, a limpiarlos y obviamente ellos aprovechan para alimentarse”.
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La riqueza del mundo proviene en gran parte de los océanos, es tarea de todos cuidarlos.
¿Y a ti, qué te hace sentir regia?