Es una gatita curiosa que mete la pata a donde quiera que va porque no tiene filtro; dice lo que piensa sin importar si está frente al presidente o al mismísimo papa… y créanlo; el ochenta por ciento de las veces, lo que tiene que decir no es nada bueno. Es esa amiga que todo gay quiere tener, que está ahí siempre, muchas veces para destrozar sin piedad la autoestima con su lengua viperina. Eso sí, no encontrarán a nadie con más estilo, buen gusto y elegancia cuando de moda se trata. Un detalle que no se nos puede olvidar: es dueña de un sex shop y se siente muy orgullosa de eso.
Actualizado: agosto 03, 2020 05:23 p. m.